8 de septiembre de 2017

No es para menos

A 99 años de la Reforma, la tendencia de los baños unisex y el tratamiento de Victoria Xipolitakis en las universidades públicas jamás hubiesen sido posibles sin la inagotable lucha de la valiente juventud cordobesa.


Por Daniel Péndola | En 1918, la religión mantenía el control sobre las instituciones y enseñaba a menospreciar el honor, la personalidad y la creatividad de los estudiantes, de manera tal que cualquier acto considerado como libertario o por fuera de las normas era condenado, poniendo en peligro tanto el trabajo como la vida de aquella persona.

Hace unos meses, los medios de comunicación confirmaron que el caso de la mediática Vicky Xipolitakis junto a los pilotos de Aerolíneas Argentinas es material de estudio en la Universidad de Buenos Aires, incorporado a través de una nota del periodista Alejandro Seselovsky.

Probablemente, el tratamiento de Xipolitakis en la carrera de Comunicación Social de la UBA y en la carrera de Derecho en la Universidad de Rosario suene insólito y hasta puede ser cuestionado por la opinión pública, pero no deja de ser un atributo positivo teniendo en cuenta que previo a la Reforma no se elaboraban nuevos planes ni reglamentos por temor a la amenaza que significaba el dominio clerical.

La existencia de un baño sin distinción de género como una alternativa a la lógica biologicista que separa entre varones y mujeres es también otra forma de demostrar que aquella pavorosa indigencia de ideales, promovida por las clases dirigentes conservadoras, ya no tienen el mismo valor que hace cien años.

“Los métodos docentes estaban viciados de un estrecho dogmatismo, contribuyendo a mantener a la universidad apartada de la ciencia y de las disciplinas modernas. Las lecciones, encerradas en la repetición interminable de viejos textos, amparaban el espíritu de rutina y de sumisión”, relata El Gran Manifiesto escrito por Deodoro Roca.

El triunfo de la inmoralidad preparado por los jesuitas, expresado en represión, tiranía e ignorancia, fueron políticas reaccionarias vencidas por jóvenes universitarios que se atrevieron a no dejar su suerte a la tiranía de una secta religiosa. No es para menos que el material de estudio pueda incorporar a Vicky y no es para menos incluir baños unisex.

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