5 de mayo de 2016

El sinceramiento no cesa

La inflación llegó al 40% en los últimos cinco meses y la falta de control e intervención del Estado lleva a los consumidores de clase media a buscar nuevos rumbos, como ocurre en el caso de los “negocios villeros”, donde los precios son mucho más accesibles.


La Asociación Civil de Defensa de Usuarios y Consumidores (DEUCO) afirmó que los vecinos acuden a los barrios de emergencia de la Capital y el Conurbano para hacer las compras, debido al descomunal aumento en los alimentos y el dolor que provoca en el bolsillo de la gente.

Por ejemplo, en los hogares de Isidro Casanova aseguran que llegar a fin de mes se volvió un gran desafío, por lo cual prefieren transitar caminos más largos para que el dinero rinda un poco más y, de esta manera, evitar el valor de los productos de los supermercados.

El titular de DEUCO, Pedro Busetti, sostuvo que en las villas “los consumidores pueden encontrar mejores precios porque los comerciantes no pagan alquiler ni otros gastos”, y remarcó: “Esto pasó siempre pero ahora se convirtió en algo llamativo”.

El valor de bienes básicos como la carne, la fruta y la verdura denota una gran diferencia y es mucho más conveniente en estos comercios. Por ejemplo, el kilo de milanesa cuesta 75 pesos mientras que en los barrios residenciales llega a 90.

El éxito de los “negocios villeros” es un fenómeno de consumo que se ha incrementado por la inflación y es un claro reflejo del estancamiento de la economía. La costumbre de ir a La Salada por ropa o electrodomésticos a precios bajos pasó a necesidades más inmediatas, como la comida.

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