18 de octubre de 2014

La policía y su responsabilidad social

La policía, desde tiempos inmemorables, es repudiada por la sociedad en su conjunto por ser una autoridad que a veces toma medidas que no son compartidas entre los ciudadanos, pero, ¿es verdaderamente culpable de la inseguridad?

Desde el 2004, cuando comencé a ir a la cancha, entre canticos de la hinchada absorbí un rechazo dado no solo por lo pegadizo que resultaban las letras, sino porque allí se veía la opresión que desataban en cada altercado hacia familias que visitaban el estadio, en cambio de ir al eje central que eran los barrabravas, y desde entonces tuve un cierto desprecio hacia ellos por su tiranía.

El trato contra ellos es indebido y desubicado muchas veces, pero, ¿cómo no tratarlos así? Si cada tanto se ven reflejadas injusticias en la vida cotidiana, de manera tal que más de una vez observé su ineptitud por la televisión y también en carne propia, ya que un claro ejemplo de ello puede ser lo que presencié durante disturbios provocados en el obelisco por hinchas de boca en el 2012, cuando volvía de un evento, donde la autoridad no fue a buscar a los inadaptados que rompían todo, sino que les daban al que tenían más al alcance.

Por otro lado, la policía es una autoridad más a la que uno le tiene rechazo, pero asimismo a veces es obligada a pasar por alto muchas cosas por obligación, porque son los comisarios los verdaderos corruptos, los que se llevan toda la guita al encubrir la criminalidad, en tanto son ellos los que saben cada punto de mafia, los lugares de trata, lo saben todo, pero no hacen nada al respecto, porque no les conviene, se siguen llenando los bolsillos a costa de nuestras vidas.

Es decir, la idea no es echarle la culpa completa a los oficiales, puesto que muchos de ellos corren peligro y dejan su vida reiteradas veces por nosotros, y es evidente que no todos son corruptos e injustos y muchos de ellos aportan en la comunidad continuamente para defendernos de la inseguridad y de aquellos siniestros que atentan contra nuestra integridad física.

La policía, como se señaló al principio, es injusta, corrupta, pero no son los únicos, y tampoco es justo de nuestra parte poner a todos sus miembros en una misma bolsa, porque muchos de ellos ayudan día a día en mantener un orden social.

No es un dato menor que Argentina es uno de los países con más policías por habitante en el mundo, y aún así la delincuencia es abundante, entonces es cuando uno se pregunta, ¿cuál es la solución a este inconveniente?, ¿no seremos todos responsables?


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